Recuerdo mi último mes de cualquiera de mis embarazos, cuando se acercaba el día del parto, (antes se contaba por meses, nueve meses, ahora se hace por semanas, todo cambia) desde que empezaba el primer día del noveno mes yo ya estaba esperando el parto. Cada día decía "Hoy es", pero el día pasaba y yo no paria. En el último embarazo, mi hijo nació casi con diez meses de gestación. Me desesperaba. ¡Pues ahora es igual! ¡Me desespero y mis cuentos no ven la luz aún!
Estoy dentro del tiempo que la editorial me marcó para su publicación, pero... ¡Soy una desesperada!
Bueno, les diré lo mismo que me dicen a mi. ¡Paciencia! Cuando veamos las portadas de los cuentos se nos olvidarán estas prisas.